Hemodiálisis

DIÁLISIS Y Hemodiálisis

Cuando se llega a la situación del fracaso total de la función del riñón, existe un tratamiento que intenta reemplazar esa actividad renal que ya no se dispone.

La diálisis para expresarla en términos sencillos consiste en “limpiar” la sangre de la persona enferma, a través de “filtros especiales” que hacen el trabajo que no puede hacer nuestro riñón.

Para eso se necesita un lugar adecuado, llamado centro de diálisis, que esta equipado con máquinas (riñones artificiales) que, usando agua muy muy purificada, filtros de delicada estructura por los que circula la sangre de la persona enferma, se logra quitar del cuerpo las sustancias tóxicas que se generan a diario (como la “basura” de nuestro hogar que todas las noches debemos descartar), también este filtro elimina el exceso de agua que pudo haberse generado durante nuestros días.

Estas máquinas están programadas por los médicos nefrólogos a cargo y realizan un tratamiento personalizado, y los técnicos en diálisis que son enfermeros, operarán estos equipos, controlaran el peso y la presión y harán todo lo necesario para que el tratamiento, que dura aproximadamente 4 horas tres veces a la semana, se lleve a cabo con seguridad y eficacia. Todo bajo la supervisión del médico. El tratamiento en si mismo es indoloro, y no debería generar prácticamente ninguna molestia en el paciente, el cual luego puede continuar con su vida normal.

Lo que hemos descripto hasta ahora se denomina HEMODIÁLISIS, y es una de las modalidades de tratamiento de la insuficiencia renal.

Hay muchos detalles que considerar y decidir para eso es necesaria una fluida y confiada comunicación entre la persona con insuficiencia renal y su médico nefrólogo, no dude en expresar sus temores preocupaciones y preguntas, ¡un paciente bien informado recorrerá el camino del tratamiento con mejores resultados!

 

 

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